Primer capítulo de Alicia en el País de las malqueridas

Alicia en el País de las malqueridas por Maria Trendy

Chicas, les dejo el primer capítulo de la novela que estoy haciendo. Es todo ficción pero sé que muchas de nosotras nos sentiremos identificadas. Sobre todo con las exigencias de esta sociedad en la que vivimos.  Cuéntenme que les parece , su opinión es muy importante para mí.

CAPITULO 1

Hola! Mi nombre es Alicia tengo 35 años y soy de las “felizmente casadas” que con tanta envidia Bridget Jones* nombraba en su diario. No sé,  ¿envidia de qué? Porque por desgracia mi matrimonio está haciendo aguas por todos lados y lamentablemente es por mi gordura. Lo que oh casualidad! también obsesionaba a Bridget Jones . . . si han leído el libro, saben de  lo que hablo. Al igual que ella mis kilos de más me persiguen y están haciendo de la relación con mi esposo un infierno. Vivimos en una sociedad que se idolatra a las chicas de buena figura  y si no estás cercana a las medidas 90-60-90 estás fuera!. 

La mujer  tiene que cuidarse y lucir divina para que sus  parejas las exhiban. Eso significa tener mucha voluntad para ir al gimnasio todos los días, matarse de hambre o animarse al bisturí y luego, por supuesto,  seguir matándose de hambre toda la vida. Las que no tienen esa voluntad de hierro para bajar esos  kilos de más son como yo que  se enganchan con cualquier método milagroso de los  que tanto pululan en los comerciales de la tele: las zapatillas mágicas, el parche absorbe grasa, el té prodigioso, etc, etc.

Les cuento he probado casi todo y sin ningún resultado y como consecuencia ahora me estoy matando yendo al gimnasio todos los días a hacer spinning*  y  tratando de comer sano. Pero chicas,  es tan difícil!!! 

Aclaración: esto es una historia “chick lit” y me imagino que sólo las chicas leerán mis escritos, así que a partir de este momento  me referiré a mis lectores como “chicas” para hacerlo más personalizado. Si hay algún varón que quiera leer mi novelita, pues será totalmente bienvenido y espero que no se ofenda por lo de “chicas”.

Realmente me está costando un ovario y la mitad del otro bajar estos malditos 10 kilos. Cuando voy al supermercado y   veo los chocolates Cadbury bailándome ante los ojos  toda mi voluntad se va al cuerno. Y aunque en ese momento   trate de hacerme  la fuerte y desistir. . .   NO PUEDO, el chocolate es más fuerte!. He de reconocer que  toda mi vida he sido adicta a las pizzas, spaghettis, helados y chocolates de todo tipo y  antes de cumplir los 30 los comía sin ningún tipo de reparo y no me afectaba para nada. Era flaquita y divina como acostumbra a decir  mi esposo Enrique.  

Pero después de los 30 algo paso en mi organismo, quizás fue un castigo del más allá o de alguna vida anterior en la que fui una niña mala. No sé,  pero comida chatarra que ingiero va directamente a mi estómago y a mis caderas. Así que después de los 30 pasé a ser rellenita. O como me dice mi esposo que para apodos es mandado a hacer:  la rechoncha,  la regordeta, la mofletuda, la gruesa… en fin todos ellos  espantosos. Y lo peor es que no soy como mi amiga Lucía que puede defenderse y  retrucarle alegremente a su esposo obeso “y por casa como andamos”.  Pero yo me  tengo que tragar esos horribles  apodos hacia mi persona porque Enrique tiene un excelente físico, diríamos que es…mmmm…. perfecto.  Es como  como Brad Pitt en cualquiera de sus pelis, en pocas palabras “está para comérselo”. Se mata todos los días 3 horas en el gimnasio haciendo fierros, natación y tenis.Come a veces comida chatarra  como yo pero la genética se ha portado muy bien con él y no engorda nunca. Y por si fuera poco es un tipo encantador! Aclaro que para los demás, no para mí que de un tiempo a esta parte me trata horrible.Reunión que va es el centro de atención, tanto porque está como un tren  como por sus modales.   

Debo confesarlo: aún me da vuelta el piso y sigo muriendo de amor por él. Si ya sé,  soy una masoquista terrible!.  Creo que  después de esto que escribí, me perdí  de una el  grupo de fans  feministas. Pero es la verdad, chicas!    La carne es débil y yo soy muy débil. Aunque de un tiempo a esta parte todo sus terribles comentarios acerca de mi peso, la desvalorización que me hace frente a los demás ha hecho que me re-plantee. . .  hacerme una lipoaspiración! Ahh ya se imaginaban que iba a poner “dejarlo”. No eso nunca!!. Lo quiero demasiado y desde que lo conocí sentí que había tocado el cielo con las manos. Ay qué romántica insoportable me pongo, debo dejar de escuchar tanto a Montaner*.

Les cuento hasta donde llegó mi amor. Cuando nos casamos con Enrique me pidió que dejara de trabajar y yo tan idiota le hice caso. Tenía un puesto de secretaria en una Agencia de Publicidad,  me llevaba muy bien con mi jefe y el grupo de compañeros y en realidad no quería dejarlo, pero a Enrique lo ascendieron a Gerente del Banco dónde trabajaba y quería que me dedicase totalmente a él como a los hijos prometidos que nunca vinieron.

 O sea una geisha total que aparte de  atenderlo con ricas comiditas y masajes (cantar con un arpa nunca se me dio bien) también me dedicase a cuidarme para estar hecha una Barbie y que él me luciera en las fiestas y con sus amiguitos. Pero todo fue al revés. ¿Ya saben cómo es?  La ansiedad y la depresión de estar todo el día en casa trajeron como consecuencia que las papas Pringles, el chocolate Cadbury y las galletitas Bridge fuesen mis mejores amigas.

En fin, que me dejé estar y ahora por más esfuerzos que haga no puedo adelgazar. Cada vez veo más lejana a  la linda Alicia que el mostraba con orgullo.  Ahora soy Alicia “la gorda” que cuando Enrique sale a los múltiples eventos que tiene,  me quedo encerrada en la casa mirando la tele, comiendo algo rico y añorando los viejos tiempos en los cuáles sentía que él me quería y éramos felices.

 CONTINUARÁ...

Notas: 

* El libro El diario de Bridget Jones de la escritora Helen Fielding. 
*Spinnig: entrenamiento aeróbico en bicicleta fija. Se hace en grupo con un profesor que lidera la clase.
*Ricardo Montaner: cantante melódico.