40 no son nada y menos 41

Te sientes bien cuando te dicen quinceañera, veinteañera o treintañera, pero cuando te empiezan a decir CUARENTONA, dices SOCORRO!!!! Por más que el cantante Ricardo Arjona haya escrito una linda canción como "Señora de las 4 décadas", aunque no le perdono que haya puesto algo sobre la grasa abdominal. Ya con eso, se me borra de un plumazo todo el rollo romántico de la canción . Quizás hubiera quedado mejor que hubiese escrito graciosa pancita o ese imperceptible rollito, pero grasa abdominal, por favor!!! más cuando una se mata 4 veces por semana en spinning para eliminar ese "simpático rollito".

El viernes pasada cumplí 41  "añitos", festejé con amigos y familia y aunque la pasé muy lindo, tenía un no sé si llamarle vacío en el estómago, porque me comí todo!!!. Creo que era un dejo de tristeza por el tiempo que se pasa volando. 

Les comenté a las chicas (mis amigas que también rondan las 4 décadas) mi desazón por cumplir 41 y todas asentimos que nos pasaba lo mismo que aunque ya éramos unas Susanitas (personaje del Comic "Mafalda" de Quino que lo que aspiraba era casarse y tener hijitos) y habíamos logrado una estabilidad laboral, esposo e hijos, sentíamos ese vacío en el estómago, que tampoco era vacío, porque igualmente nos comimos todo.

Charlando más del tema y analizando la cuestión como con lupa (todas hemos gastado fortunas en psicólogos y nos gusta hacernos la terapia unas a otras) nos dimos cuenta que tampoco es tan malo ser una "cuarentona" porque por ejemplo:

1) Hemos logrado más seguridad en nosotras mismas tanto con tu cuerpo como en lo laboral. Sabes que si quieres puedes enfrentar nuevos proyectos y si te salen mal no es el fin del mundo.

2) Sabes que ropa te queda bien y aquella que te dice al oído "no te lo pongas". Has creado un look con el que te sientes confiada y lo vas actualizando todos los años con las nuevas tendencias. Recuerdo que cuanto tenía entre 15 y 20 años, salía a la calle con un top fosforescente por arriba del ombligo (en ese momento no era un tema de preocupación mi grasa abdominal) y un pantalón todo cortado con que le hacía pasar las verguenzas terribles a mi pobre abuelito. Gracias a dios no han quedado registros de aquellas épocas.

En resumen, nos despedimos todas contentas, en parte por haber comido unas tortas deliciosas, y lo más importante, porque nos dimos cuenta que ahora disfrutamos más de la vida sin tanta vuelta y perjuicios porque nos sentimos mucho más segura de nosotras mismas. Así que el año que viene diré bienvenidos los 42... igual por lo que todos me dicen represento 10 años menos, jejejeje`